10 septiembre, 2011

Apreciar constructivamente una obra.


Sábado, 10 de septiembre de 2011



Esto es sólo mi opinión personal, no pretendo convertirme ni convertir a nadie en críticos ni de arte ni de espectáculo, tampoco fomentar los elogios vanos que sólo apuntarían a aumentar aún más ego de cada autor, más bien intento fomentar la construcción de respuestas útiles para que cada creador de obras tenga puntos de referencia sobre los cuáles medir sus propios avances y así mejorar sus habilidades y resultados futuros.



Así, sólo les contaré que más de alguna vez que vi una obra me quedé sin saber qué decir u opinar. Hoy, en un pequeño análisis, intento hacer un listado de los posibles puntos a los que podríamos prestar atención y por tanto decir algo más allá de aquel agradable pero indefinido “qué lindo” y el ahora tan famoso y automatizado “me gusta” de las redes sociales, que si bien alegran el minuto a minuto, no nos dejan claro qué exactamente es lo que gusta y para eso están los comentarios ya más profundos como los que paso a describir a continuación.



Por ejemplo, se puede comentar sobre:



La idea: tiene que ver con el pensamiento que sustenta cada obra, el concepto o el mensaje que quiere transmitir, o que según cada interpretación parece transmir. Podría incluso decir que es acá donde se habla también de la inspiración y la creatividad.

La innovación: Aunque no siempre se trate de algo necesariamente nuevo, podemos notar algo nuevo de la obra o ver las cosas desde un punto de vista diferente ya sea como autor o como espectador de una obra.

La forma: Pese a que no siempre sean formas o figuras reconocibles, además podemos considerar la contraforma, que es lo que rodea a las formas o figuras y que no siempre nos recordamos de ver.

La composición: Podemos hablar del orden de las cosas o el punto de vista desde el cuál se está mirando la obra.

El color (si es que hay, hablar de las combinaciones, de las elecciones de color de los significados del color entre otras ideas)

El tono (referido a luz y sombra o a la fueza o debilidad de uno color a la vez)

La saturación (referido a la intensidad del color)

El contraste: Puede considerarse muy referido al color, pero también se puede referir a cualquier aspecto del sentido o de la forma, como podría ser el contraste de significados, o el contraste de texturas.

La técnica (en términos de habilidad)

El estilo: En este caso tiene mucho que ver con cada autor y las influencias a las que haya estado sometido cada persona.

Dimensiones y Proporciones: entre el soporte y el contenido (incluso se puede hablar del espacio exterior donde está puesta la obra).

Asociaciones físicas y emocionales (hace sentir o provoca qué sensaciones)

El equilibrio: En cualquier sentido, sobre la presencia o ausencia de equilibrio, sobre la idea, sobre las formas, sobre los colores, o entre los tonos de varios colores, sobre la relación de proporciones, sobre los contrastes.

Antecedentes históricos y/o bibliográficos: Si es que recuerda hechos clásicos, o si valora lo que otro autor ha hecho y lo interpreta de una nueva forma, si es que evoluciona sobre sus propias obras.

Detalles y Otros: simbolismos, referencias, efectos especifícos, entre otras ideas o interpretaciones personales que puedan aparecer en algún momento.



Recordar que decir “no me gusta” y marcharnos sin más significa muchas veces dejar sembrada una duda que no dice mucho siendo en general un posible daño o agresión, sobre todo para aquellos autores que están en plena formación y son más vulnerables a los comentarios negativos, ya que no sabrán qué es lo que aparentemente han hecho mal o fuera de lugar o incluso no sabrán si han ofendido alguna sensibilidad. Entonces por lo menos si no nos gusta algo, darle la oportunidad a cada autor a corregir su trabajo y así mejorar sus habilidades y de paso también corregir y mejorar sus futuras obras.